Ir al contenido principal

Más allá de las apariencias.


Más allá de lo que aparentan los seres, busca su alma y su espíritu. Aprende a considerar a los hombres y a las mujeres con un sentimiento sagrado, y detrás de sus vestidos, detrás de la forma de su cuerpo o de su cara, descubrirás su alma y su espíritu, todas las criaturas que has descuidado, abandonado y despreciado se te mostraran extraordinariamente preciosas. El propio Cielo que las ha enviado a la Tierra con esos disfraces las considera tesoros, receptáculos de la Divinidad. Así pues, en las personas no debieras considerar tan sólo la apariencia física, la fortuna, la situación, la instrucción, sino el alma y el espíritu; de otro modo nunca conocerás lo esencial. Deberás darte cuenta que incluso los que se pasean aquí como mendigos o vagabundos son, en realidad, a los ojos de Dios que los ha creado, príncipes y princesas.



Omraam M. Aivanhov.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ayúdame a mirar...

“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone

Dicen que antes de entrar en el mar...

“Dicen que antes de entrar en el mar, EL RIO tiembla de miedo... mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y vé hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano.” Khalil Gilbran.

Decir lo que se siente...

Decir lo que se siente exactamente como se siente. Claramente, si es claro, oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso. Fernando Pessoa.