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Mostrando entradas de mayo, 2010

¿Como será ser el otro?

Cuando lo conocí, Daniel estaba muy preocupado. Tenía 34 años, trabajaba como economista en un Banco importante, aparentemente todo era exitoso en su vida y, sin embargo, se sentía solo. Sus parejas eran breves, no tenía muchos amigos, se vinculaba con dificultad. Y, varias veces en los últimos tiempos, diferentes personas le habían dicho que lo encontraban un tanto soberbio, que se sentían cuestionadas por él. Algo similar le ocurría a Paula, de 31 años, madre de dos hijos y, con esfuerzo, estudiante de psicología, carrera que retomó tras varios años dedicada a la maternidad. Sus amistades duraban poco, no encontraba a las otras personas hechas a su medida, tenía poca paciencia con los que consideraba defectos y los demás terminaban por alejarse. Daniel y Paula son dos ejemplos de lo que ocurre cuando vivimos nuestras vidas en calidad de jueces de los demás. Terminamos por dificultar el vínculo, incomodamos a las otras personas, ponemos la relación en un plano inclinado (nosotros arri

Cuando ves demasiado ego en los demás...

"Una de las grandes verdades psicológicas sobre la mente humana es que cualquier cosa que deseas esconder en tu propio interior, empiezas a proyectarla sobre los demás. Siempre que empieces a ver algo en alguien, recuerda que es un mensaje. Ve inmediatamente hacia adentro; debe estar allí. El otro funciona solamente como una pantalla. Cuando ves ira en los demás, ve hacia adentro y escarba en ti y la encontrarás allí; cuando ves demasiado ego en los demás, simplemente ve hacia adentro y descubrirás al ego sentado allí. El interior funciona como un proyector. Los demás se convierten en pantallas y empiezas a ver películas en los demás que realmente son tus propios films". Osho. El arte de morir.

Siempre está en uno.

Todo verdadero conocimiento viene solamente de nuestro interior, en silenciosa comunicación con nuestra propia alma. Las doctrinas y la civilización nos han despojado del silencio, nos han robado la conciencia de que nosotros sabemos todo lo que sucede dentro de nosotros mismos. Se nos ha llevado a pensar que son otros los que nos deben enseñar, y nuestro propio ser espiritual ha quedado sumergido. La bellota, llevada a cientos de millas de distancia de su árbol madre, sabe, sin que nadie se lo enseñe, cómo convertirse en un perfecto roble... La serpiente pone sus huevos en la arena y sigue su camino; y sin embargo dentro de la bellota, y de la serpiente, está la sabiduría necesaria para que los que nacen lleguen a ser tan perfectos como sus padres. Tenemos mucha necesidad de volver a creer que dentro de nosotros está toda la verdad. Edward Bach.

2012.

Encontrarse...

Encontrarse con otro es como leer un libro... Bueno, regular, malo, cada encuentro con un otro me nutre, me ayuda, me enseña. No es la maldad, la inadecuación ni la competencia del prójimo lo que hace que una relación fracase. El fracaso, si es que queremos llamarlo así, es la expresión que usamos para decir que el vínculo ha dejado de ser nutritivo para alguno de los dos . (No Somos para todos todo el tiempo ni todos son para nosotros todo el tiempo.) Cada uno de los encuentros en mi vida ha sido como cada libro que leí: una lección de vida que me condujo a ser quien soy. Jorge Bucay.

Blowing in the wind.

Cuantos caminos una persona debe de caminar Antes de que lo llames un hombre? Cuantos mares una paloma blanca debe de navegar Antes de que duerma en la arena? Cuanto tiempo tienen que volar las balas de cañon Antes de que sean prohibidas para siempre? La respuesta, mi amigo, esta soplando en el viento, La respuesta esta soplando en el viento. Cuantas veces un hombre debe de alzar la vista Antes de que pueda ver el cielo? Cuantos oídos debe tener un hombre Antes de que pueda escuchar a la gente llorar? Cuantas muertes tendrán que pasar hasta que el sepa Que mucha gente ha muerto? La respuesta, mi amigo, esta soplando en el viento, La respuesta esta soplando en el viento. Cuantos años puede existir una montaña Antes de que este descolorida por el mar? Cuantos años puede la gente existir Antes de que se les sea permitida la libertad? Cuantas veces un hombre puede voltear la cabeza Pretendiendo que el no ve? La respuesta, mi amigo, esta soplando en el viento, La respuesta esta soplando en

Dile que quiero escucharla .

A los que quieren tender puentes con los demás. Un buen hombre vino un día a exponerme un problema que tenía en su matrimonio, escuché atentamente todo su planteamiento. Según él su pareja lo quería abandonar porque ya no lo amaba, por supuesto le echaba toda la culpa a ella. Me manifestó su deseo de salvar su hogar, aunque su esposa estaba decidida a divorciarse, y que le gustaría que yo hablara con ella a ver si desistía de esa idea, aunque al mismo tiempo expresaba: “Lo veo muy difícil, mi esposa no quiere que ninguna persona ayude en este conflicto”. Después de que se desahogó y de darle mi punto de vista, le dije: “Dile a tu esposa que quiero escucharla”. _ Sí padre _ me dijo _, le voy a decir que usted quiere hablar con ella. _ No, no le digas así, dile: “Hablé con el padre y él quiere escucharte a ti también”. _ Se lo diré pero sé que ésa no va a venir. _ Pero acuérdate, dile que la quiero escuchar. ¿Cómo le vas a decir? _ insistí mucho en esto porque me di cuenta de que este

To Love You More.

Este video quiero regalarselo especialmente a Nelson... Sabemos que este tramo del camino nos toco hacerlo juntos... Y me encanta ir de tu mano. Gracias por ser quien eres !!!

¿Crees que tienes mucho tiempo?.

"Don Juan me examinó con curiosidad y rió. Dijo, en tono muy bondadoso, que ya me había dicho que todos somos unos tontos. Yo no era la excepción. -Siempre te sientes obligado a explicar tus actos, como si fueras el único hombre que se equivoca en la tierra -dijo-. Es tu viejo sentimiento de importancia. Tienes demasiada; también tienes demasiada historia personal. Por otra parte, no te haces responsable de tus actos; no usas tu muerte como consejera y, sobre todo, eres demasiado accesible. En otras palabras, tu vida sigue siendo el desmadre que era cuando te conocí. De nuevo tuve un genuino empellón de orgullo y quise rebatir sus palabras. Él me hizo seña de callar. -Hay que hacerse responsable de estar en un mundo extraño -dijo-. Estamos en un mundo extraño, has de saber. Moví la cabeza en sentido afirmativo. -No estamos hablando de lo mismo -dijo él-. Para ti el mundo es extraño porque cuando no te aburre estás enemistado con él. Para mí el mundo es extraño porque es estupendo

Entregar mi poder.

¿Que es lo que dejé de ver en mí, que hoy tus mentiras son mi realidad?… ¿Que es lo que dejé de ver en las personas que me quieren -y que quiero- que hoy sus verdades me son indiferentes?… No recuerdo cuando te di el poder de que manejes mi vida. No recuerdo cuando te adueñaste de mis sueños, de mis proyectos… Casi sin darme cuenta estoy sumergida en un recuerdo que me atormenta y trato de alejarte pero mi ser busca la manera de que estés siempre cerca. Siento que vivo a través de tus ojos, olvidando por completo lo que realmente siente mi corazón. Pareciera que creerte me lastima menos que descubrir que eres tú la causa de mi dolor. Trato de imaginar mi vida sin vos y lo que realmente veo es como se desmorona todo mi mundo; comienzo a entender que no sos vos lo que importa, sino todo aquello que proyecté a través de tu presencia. Ver caer esos sueños duele más que no tenerte a mi lado. En un esfuerzo por hacer racional esta emoción que me domina, entiendo que ese proyecto que siento p

Dichoso.

Dichoso el que olvida el porqué del viaje y, en la estrella, en la flor, en el celaje deja su alma prendida. Antonio Machado.

¿ Para que pedir Felicidad ?

Si todo quieres cómpralo... si no estás en busca... receptivo... despierto... ¡vivo! Si no cultivas rosas, ni esperas milagros... ni suenas con ideales. Si no tienes una copa para saciar la sed... ni una pincelada para mirar los acontecimientos... ni una mano para ayudarte a caminar. Para que pides felicidad, si no conoces sus grados, su inspiración, su movimiento... Si no atinas a llevarla como estrellas en tu ojos... como convicción en tu mente... ¡como cuerda en tu corazón! Para que pides felicidad, si no sabes manejarla, ni sacarla de ti mismo, ni oírla en el silencio, ni apretarla en la oración... Si no te detienes a percibirla en el detalle, en la belleza, en el espíritu, en la ternura... ¡en la obra de Dios! ¡Para que pides!... Si no tienes fe en ti mismo... en la vida...¡ni en Dios! ¿Para qué felicidad y maravillas? Si tienes el mundo, que es un libro de sabiduría... ¡Y no sabes leerlo! ¿Para qué quieres estrellas... Si te falta la luz? ¿Para que pides felicidad... Si no te con

El círculo de la alegría.

Cuenta Bruno Ferrero que cierto día un campesino golpeó con fuerza la puerta de un convento. Cuando el hermano portero abrió, él le extendió un magnífico racimo de uvas... -Querido hermano portero, estas son las más bonitas producidas por mi viñedo. Y vengo aquí para regalarlas. -¡Gracias! Las llevaré inmediatamente al abad, que se alegrará con este ofrecimiento. -¡No! Yo las he traído para ti. -¿Para mí?-. El hermano se sonrojó porque consideraba que no merecía tan bello presente de la naturaleza. -¡Sí! - insistió el campesino. - Porque siempre que golpeé esta puerta tú me abriste. Cuando necesité ayuda porque la sequía había destruido mi cosecha, tú me dabas todos los días un pedazo de pan y un vaso de vino. Yo quiero que este racimo de uvas te traiga un poco del amor del sol, de la belleza de la lluvia y del milagro de Dios, que lo hizo nacer tan hermoso. El hermano portero colocó el racimo frente a él y pasó la mañana entera admirándolo: era realmente precioso y por eso resolvió en